viernes, 31 de agosto de 2012

Receta de truchas al horno



51 cm de trucha
   Hace unos días preparé al horno el truchón pescado en el río Eria,  http://elpescadorpensante.blogspot.com.es/2012/05/truchon-en-el-eria.html,   y hoy, que no tengo demasiadas labores en la huerta, me he colocado delante del ordenador y me he dicho: estaba muy buena pero tienes mala memoria así que mejor apuntas la receta, y que mejor sitio que el blog donde puedo incorporar fotografías.

Estado final  de las verduras rehogadas

   Mientras se calentaba el horno, a una temperatura de 180 grados, 

domingo, 19 de agosto de 2012

El pescador sordomudo

   
En las orillas del Esla (no por pequeña es menos interesante )


  Ayer fue la primera vez que me he encontrado en el río con un sordomudo. Él pescaba a mosca seca y yo a pluma. Lo saludé cuando se estaba uniformando para realizar el difícil “arte” de la pesca (¿o es deporte?) y me hizo señales con la mano de que no oía. Levanté el brazo derecho como un indio apache y lancé mi mejor sonrisa de “hola y adiós”. El segundo encuentro fue en el centro de una gran tablada,  y digo bien porque ambos íbamos por el centro del río y coincidió, más o menos, a la mitad de la tablada.
Tablada del encuentro
  Como yo iba río abajo, dejé de pescar a unos 40m de su posición, bordeándolo y rebasándolo por el margen no pescable, momento en el que me reconoció del saludo anterior y al ver mis siete mosquitos más la ninfa, los señaló y dirigió su mano a la gorra cual saludo militar y sin pararla la dirigió al cuello indicando que me lo iban a cortar,  de lo que yo saqué que lo que me quería decir era que mi cuerda era ilegal. Para facilitar el dialogo saque el alicate y, lo mejor que supe, hice movimientos hacía los anzuelos, entendiéndome perfectamente porque pronunció la palabra : “ todos”, a lo que respondí con un movimiento afirmativo de cabeza. Luego colocó la mano en forma de “C”,  abriéndola y cerrándola dándome a entender que donde él estaba se cebaba una y que no le entraba y me señaló a mí para  que lo intentara. Yo con la mano y hablando le indique que era la tercera vez que recorría la tablada y que esa trucha no quería saber nada de señuelos. Pero la acción le honra. Me entendió perfectamente por lo que creo que leía bien los labios. Cuento esto porque hay pescadores con los que, a veces, resulta mucho más difícil entenderse y, sobre todo,  porque nunca  tienen tiempo para los demás;  me imagino que fuera del río son iguales. 

Esta entró al rosa fuerte; no daba la medida.

   Pues eso, que aprovechando una coyuntura familiar propicia he podido ir a pescar tres días durante esta semana a mi río del alma: El  Esla. Las truchas han tenido muy poca actividad y las pocas que comían en superficie lo hacían pegaditas a los salgueros  y espadañas, no obstante los tres días completé el cupo reglamentario. Alguno dirá ¿pero no era el Eria tu río del alma? No. El Eria es el de mis nostalgias y añoranzas. Es el que me recuerda el paso del tiempo. Vamos a dejarlo y a volver a la trucha.

Cupo reglamentario
   El martes 14,  la mosca ahogada campeona fue el salmón fuerte en posición de semibailarín; puse otra de semiahogada  y no funcionó. El viernes 17, la medalla de oro se la llevó la ninfa faisán que llevo de rastro y hoy, sábado, ha sido la mejor: la color Fanta, brincada en negro y con una pluma pardo tirando a negrisco,  colocada también de semibailarín. He probado el tabaco y pardón, además de otros, que en años anteriores en  agosto me dieron  un gran rendimiento, pero no han funcionado. Después de tantos días alejado del río  no ha estado mal el saldo, teniendo en cuenta que, en el río, siempre hay que estar probando a ver que quieren comer las campeonas.

Restos de un naufragio veraniego 
   Había comentado que a la hora de iniciar una jornada de pesca debemos apostar por aparcar el coche en una buena pradera, pues bien : estamos en agosto y las praderas se van secando y lo sitios escasean; la solución:  la alfombrilla  de un coche retirada antes de venderlo.

Solución provisional 

sábado, 18 de agosto de 2012

Carpe Diem por la vela



    El jueves  estuve viendo la reposición en TVE de la vida de Ramón y Cajal y hay cosas que nunca cambian, me refiero al hecho de que  los estudiantes de medicina que cursaban estudios con él se extrañaban de que tuviese tiempo para todo y me dije: “Carpe Diem”.  Entonce, ahora y en años venideros siempre habrá jóvenes que no malgastarán su tiempo  y,  en consonancia con esta locución latina, tomarán el día a día como un tiempo que no volverá y que hay que aprovechar.
Posición de España en la Olimpiada de Londres
   Siempre pensé que los deportes de vela eran, más que deporte, un pasatiempo vacacional, hasta que mi sobrino Pablo empezó a practicarlo y sus padres nos comentaban las horas de entrenamiento que, diariamente,  hacia en las instalaciones deportivas de Santander. Pero han sido durante las fiestas patronales de San Roque de este año cuando, al ver sus manos,  me he interesado un poco más y he comprendido el esfuerzo  que han tenido que realizar los jóvenes que han representado a España en las Olimpiadas  de Londres. Hemos visto a través de la televisión como les imponían sus medallas y la alegría que irradiaban sus rostros, pero no hemos visto sus manos. Ellas son positivas fotográficas del esfuerzo, de la entrega, del coraje, del dolor y probablemente, en los días malos, del empuje.
Las huellas del esfuerzo
   Muestro unas imágenes de mi sobrino y de su compañero de vela que le sirvieron a Televisión Española como cabecera de introducción en los deportes de vela de la pasada Olimpiada y sus manos  como un reconocimiento al esfuerzo de los deportistas de la vela y, como no,  a esas cuatro mujeres que alcanzaron el oro olímpico en Londres,  Marina Alaban, Tamara Echegoyen, Sofía Toro y Ángela Pumariaga, de las que sólo hemos visto una cara: la de la satisfacción y el éxito.
Un poco más cerca
  Eso es lo que quiero gritar hoy: Carpe Diem, Pablo. Hago votos para que a los jóvenes,  como tú, les  sigan sin  afectar las medias verdades de políticos, especuladores y resto de enredadores mentales sabelotodo,  y sigáis aprovechando  el momento no malgastando ni un solo día. Estoy con Ralph Nader : “ La función del líder es producir más líderes, no más seguidores”. Este pensamiento habría que pegárselo en la frente a nuestros mediocres políticos con alambre de cercar prados.