martes, 17 de diciembre de 2013

TIEMPO DE VEDA

   Hay una ninfa que me encontré en el Esla hace unos cuantos años y que he tratado de imitar porque me sorprendió su eficacia. Tal fue esta que la quité por miedo a perderla. Como sólo tenía esa no pude hacerle la autopsia, así que  trate de imitarla comprando los materiales que a mí me parecieron apropiados. El resultado: nefasto. Por ello la dejé aparcada a un lado,  pero este año me acordé de ella y se lo comenté a “Josines”, un compañero de pesca que está únicamente un peldaño por  debajo de Dios en el mundo de la creación de moscas, ninfas y un largo etc de señuelos.
Rápido se ofreció a imitarla y hoy, en su casa/taller, después de mojarla y observarla a través de una lupa la ha reproducido. 
Ninfa reproducida
   Uno entra en su taller/habitación y el tiempo vuela, aquí sólo se habla de truchas, hilos, brincas, plumas, etc. Desde luego que no se va a aburrir mucho el día que se jubile o prejubile. Se nota enseguida que es un estudioso del mundo de la trucha y los señuelos, porque sus libros están subrayados y son multitud los registros de distintos colores que asoman por sus hojas,  señal inequívoca de consultas cotidianas

Josines en su rincón favorito
  Una vez que pasen las fiestas de Navidad me voy a poner a confeccionar moscas ahogadas con las sedas que me ha regalado y que su proveedor familiar le trae de la India.
¡Que situación! - Coge las que quieras, me dijo, y  como me vio un tanto cohibido comenzó él a tomar una tras otra, a  mostrármelas para mi aprobación,  y a echarlas a continuación  en una bolsa con el único requisito de que le informara sobre su rendimiento. Son bobinas de 900 metros de dos cabos,  muy finos,  parecidos al Madeira solo que en seda.
¡Vaya colores!
   Ha sido una bonita mañana, muy apropiada  para la  época de veda. Habrá que repetirla. Gracias Josines.


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