miércoles, 6 de abril de 2016

ARRANCA LA TEMPORADA 2016 DE PESCA

El Eria en Pinilla de la Valderia
Alguien dijo: “para toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio” .
   De nuevo estoy animado y con ganas de contar algo sobre mis jornadas de pesca  ya que se ha abierto la veda  el domingo en la zona norte de Castillla y León.
   ¡Vaya día malo!, ventoso, lluvioso, frío... Canta Bunbury en “Prisioneros” que ningún mar en calma hizo experto a un marinero, pero, la verdad, prefiero ser un poco peor pescador y tener un día más agradable.
   En cualquier caso era el primer día y aunque cayesen chuzos de punta un servidor estaría a la orilla de río como manda la tradición y ninguna inclemencia meteorológica extrema iba a poder conmigo,  salvo la salud, que por ahora va bien aunque teniendo en cuenta lo que comentaba un político inglés que decía que “la salud es un estado transitorio entre dos épocas de enfermedad y que, además, no presagia nada bueno”,  todos los que estamos bien deberíamos andar mosqueados y más cuando tienes a tus hijos pidiéndote que te hagas una colonoscopía.

La primera de la temporada

   Eran las 11,00 horas cuando mi amigo Julio y yo lanzamos nuestros señuelos al río Eria, el pasado domingo, en el AREC de Torneros, ¡qué nervios!, una, dos, tres….tiradas ¡coño, no puede ser!, si hasta he soñado la jugada, creo recordar que en la segunda ya salía una, porque en el primer lance estaba un poco desentrenado. Bueno, pues después del quinto ya estaba yo cambiando de ninfas. ¡ Estas jodidas ninfas no me van a arruinar todo un invierno de sueños!, una, dos, tres,… veinticinco …, pues si es humano errar,  lo es más echarle la culpa a otro: Ya decía yo que Julio era gafe; no, si aún hoy me caeré al río. En cualquier caso yo le había dicho que ese trozo de río tenía mucha trucha y le predije que íbamos a sacar unas cuantas, así que no me quedó otra que explicarle porqué no se cumplieron mis vaticinios: la nevada del jueves. Venía el agua demasiado fría y las truchas no se han movido. Lo que no iba yo a cargar sobre mis espaldas el fracaso.

El mejor el paja vieja en bola plateada

   En cualquier caso,   siempre el primer día que se abre la veda, uno anda como un caballo desbocado y necesitas más las orillas del río que incluso pescar. Lo cierto es que mis tres ninfas recorrían una y otra vez las aguas y no había manera de  pinchar una. Eran las 13,00 horas cuando la primera se dignó agarrar a uno de mis señuelos pero, a dos metros de mi posición, me dijo que otro día sería mejor. Diez minutos más tarde cogí la segunda y esta sí la tuve en mis manos. Era la primera de la temporada y se merecía una foto y, después, al agua porque era muy pequeña.

Las dos reglamentarias del AREC de Torneros
   Mi amigo seguía el mismo camino que yo, bueno peor  porque fastidió la caña y tuvimos que volver al coche a coger otra y, ya de paso, decidimos  reponer fuerzas con un tentempié, todo esto acompañados del viento y  lluvia… ¡Vaya día! Esta parada técnica debió de sentarme bien porque en el cabecero de una tablada cogí una buena trucha, que peleó lo suyo, y que sirvió para minimizar la lluvia y demás inclemencias del tiempo. No sería hasta las 16,30 horas cuando cogí la segunda reglamentaría para, 10 minutos más tarde, abandonar  el río porque se puso muy frío y el cuerpo ya nos pedía unas brasas…

Caudal del río Eria

   El lunes como continuó lloviendo, a ratos, y no podía hacer nada en la huerta decidí irme pronto al río  en la zona de mi pueblo, Pinilla de la Valdería. Este año una crecida en la que se contabilizaron 150 metros cúbicos por segundo en el SAIH de Morla de la Valdería ha cambiado algunas zonas del río. No obstante, las tabladas donde otros años he cogido buenas truchas han sufrido pocos cambios y allí cogí el lunes cuando más llovía una hermosa trucha. No estuve mucho en el río porque por un asunto familiar me tuve que desplazar a Gijón. Espero con impaciencia volver el viernes ocho al AREC de Torneros.
Esta sigue en Pinilla de la Valdería pero no digo donde

La ninfilla campeona:
Anzuelo: Tienco 2487 núm. 14.
Bola de Tungsteno: Plata del 2
Cuerpo: Zirayón 4122
Brinca: Amarillo limón.
Parte superior del saco alar: Molino 8500
Cercos y alas: Indio

         

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