lunes, 17 de febrero de 2014

NUEVA LEY DE PESCA- Distancia entre pescadores

Río Omaña
DISTANCIA ENTRE PESCADORES


   No hace mucho comentaba yo en este blog que, el año pasado, pescando el coto de Quintana de Rueda,  dos pescadores entraron al río a nuestro lado y se pusieron a pescar  olvidándose de la obligatoriedad que recogía el art. 27 de la antigua Ley de pesca de mantener la distancia de 30 metro con otro pescador ( http://www.elpescadorpensante.blogspot.com.es/2013/09/un-dia-mas-en-quintana-de-rueda.html ). Es decir que si estabas pescando con ova, cucharilla, devón, mosca o pez artificial el otro pescador estaba obligado a respetar esa distancia, si bien a los efectos de acción sancionable, debería haber requerimiento previo.
   En la nueva Ley  el art. 51 relativo a: “ Uso de la caña y elementos auxiliares” en su aptdo 3  textualmente dice:” La distancia mínima entre pescadores, que sólo será exigible cuando uno de ellos así lo requiera y reconociendo la preferencia a quien primero haya accedido al lugar, será de treinta metros”.

Pongamos un ejemplo .- Estamos pescando en una tablada a mosca ahogada a la leonesa,  y observamos que, por una de las gateras que dan acceso a esa tablada, entra un  pescador “B” que se pone a pescar río arriba acercándose a la cabecera donde nosotros pescamos, porque ha visto que hemos sacado un par de truchas y deduce que las truchas están comiendo en la corriente de la cabecera. Como no nos hemos leído la nueva Ley y somos un tanto secos de carácter, pensamos: “ no pienso decirle nada,  ya verás como el muy “cabrito” al ver que he sacado las truchas se me mete encima y no respeta los treinta metros de seguridad”.
   Efectivamente a los cinco minutos lo tienes a menos de diez metros de distancia y en una de las tiradas casi se enredan ambos aparejos. La acumulación de adrenalina ha sobrepasado los límites razonables del dialogo y te acaloras de tal forma que llegáis a las manos. Coincide que el hecho es observado por otro pescador o por la guardería y el que se siente avasallado en sus derechos manifiesta que a la bronca se ha llegado porque “B”, se ha puesto a pescar a su lado no manteniendo la distancia de seguridad, a lo que el guarda preguntará si le informaste de que deseabas que mantuviese la distancia de seguridad y tu con total seguridad le dirás que la normativa hay que traérsela aprendida antes de salir de pesca (me pongo en el peor de los casos). El guarda dirá que la nueva normativa exige requerimiento previo  y que su acción de pesca no es sancionable, poniéndose a disposición de “B” como testigo o a redactar  un acta por si éste quiere presentar denuncia por lesiones.
  En cualquier caso hemos hecho el ridículo, fastidiando lo que se presumía como una bonita jornada de pesca y probablemente ante el mal rato que le hemos hecho pasar al otro pescador, éste presentará la oportuna denuncia por la agresión sufrida. Borges afirmaba que la duda es uno de los nombres de la inteligencia, por eso siempre hay que preguntarse si merece la pena iniciar determinas batallas, porque aún ganándolas, casi siempre,  se pierden.

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