sábado, 18 de agosto de 2012

Carpe Diem por la vela



    El jueves  estuve viendo la reposición en TVE de la vida de Ramón y Cajal y hay cosas que nunca cambian, me refiero al hecho de que  los estudiantes de medicina que cursaban estudios con él se extrañaban de que tuviese tiempo para todo y me dije: “Carpe Diem”.  Entonce, ahora y en años venideros siempre habrá jóvenes que no malgastarán su tiempo  y,  en consonancia con esta locución latina, tomarán el día a día como un tiempo que no volverá y que hay que aprovechar.
Posición de España en la Olimpiada de Londres
   Siempre pensé que los deportes de vela eran, más que deporte, un pasatiempo vacacional, hasta que mi sobrino Pablo empezó a practicarlo y sus padres nos comentaban las horas de entrenamiento que, diariamente,  hacia en las instalaciones deportivas de Santander. Pero han sido durante las fiestas patronales de San Roque de este año cuando, al ver sus manos,  me he interesado un poco más y he comprendido el esfuerzo  que han tenido que realizar los jóvenes que han representado a España en las Olimpiadas  de Londres. Hemos visto a través de la televisión como les imponían sus medallas y la alegría que irradiaban sus rostros, pero no hemos visto sus manos. Ellas son positivas fotográficas del esfuerzo, de la entrega, del coraje, del dolor y probablemente, en los días malos, del empuje.
Las huellas del esfuerzo
   Muestro unas imágenes de mi sobrino y de su compañero de vela que le sirvieron a Televisión Española como cabecera de introducción en los deportes de vela de la pasada Olimpiada y sus manos  como un reconocimiento al esfuerzo de los deportistas de la vela y, como no,  a esas cuatro mujeres que alcanzaron el oro olímpico en Londres,  Marina Alaban, Tamara Echegoyen, Sofía Toro y Ángela Pumariaga, de las que sólo hemos visto una cara: la de la satisfacción y el éxito.
Un poco más cerca
  Eso es lo que quiero gritar hoy: Carpe Diem, Pablo. Hago votos para que a los jóvenes,  como tú, les  sigan sin  afectar las medias verdades de políticos, especuladores y resto de enredadores mentales sabelotodo,  y sigáis aprovechando  el momento no malgastando ni un solo día. Estoy con Ralph Nader : “ La función del líder es producir más líderes, no más seguidores”. Este pensamiento habría que pegárselo en la frente a nuestros mediocres políticos con alambre de cercar prados. 

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