jueves, 10 de enero de 2013

LA INJUSTICIA DE LA JUSTICIA

   


Logotipo de UDC


   Después de ver la componenda entre la Justicia y los imputados en la financiación irregular  de Unión Democrática de Cataluña, a mí, como me imagino al resto de españoles, se me  ha quedado cara de tonto;  es decir robo,  ( no entro en la figura penal porque no conozco el supuesto, probablemente será una Apropiación Indebida) si me sale bien "cojonudo"; si me sale mal ( después de dilatar el proceso años y años) negocio con la Fiscalía, reconozco que me he apropiado de un dinerito, lo reintegro ( me imagino que con sus intereses ) y ¡ a seguir que la vida son cuatro días!;  esta justicia tan pachanguera que el único que se beneficia es el infractor  me recuerda una anécdota que me contó mi padre sobre la justicia que se impartía en los pueblos en los tiempo de la dictadura franquista ( no lo digo por el procedimiento, si no por el resultado)


Justicia castillo de Dublín 

   Cuenta mi padre que en una ocasión el presidente de  Pobladura de Yuso (León),  el tío Valentinón”,  se presento en el bar del pueblo con dos vecino que habían finalizado la comprobación de las frontadas

 ( en mi pueblo “hacer las frontadas” consiste en el adecentamiento de las acequias para que el agua de riego circule por ellas sin perdida de caudal) y observando que un tal Toribio se encontraba en el bar y que era uno de los que no las habían hecho,  dirigiéndose a él le dijo:


   -Toribio - me dicen que tú eres uno de los que no ha hecho las frontadas, así que te tengo que sancionar  y, puesto que están aquí los que se han encargado de comprobarlo, paga una jarra de vino como multa.


   Así que el tal Toribio le solicito al “tío Joaquín”, dueño del bar,  que le pusiese una jarra de vino y tomándola se la ofreció al presidente diciéndole: "Tenga la jarra;  con esto queda saldada mi deuda". Recibió el beneplácito  del presidente al mismo tiempo que le invitaba a beber con un: “ está en buenas manos”.



   Seguía contando mi padre que, el tal Toribio, ante este ofrecimiento, tomó la jarra con ambas manos y de un solo trago empellejo la totalidad del vino que contenía la jarra. Pagó al “tío Joaquín” el importe y se fue del bar dejándolos a todos con cara de tontos.


  Bueno,  pues eso, será una justicia legal pero mi cuerpo, al conocer el arreglo entre las partes, se ha descompuesto. No le voy a dar más vueltas al asunto, aunque parece que, entre unos y otros, alguien quiere hacer saltar una chispa en esta nuestra España y los políticos y banqueros (se incluye a los consejeros) en estos momentos parece que tienen cara de yesca.  ¡Coño! peor no lo pueden hacer .


"Cuando advierta que para producir necesita obtener utorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no con bienes, sino con favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias y no por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare en que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."
AYN RAND (1950)

No hay comentarios:

Publicar un comentario