Mandril y elementos para el montaje |
Comento
esto porque un “amiguete”,
hablando sobre el montaje de las ninfas, me decía que él no las monta
porque utiliza un mandril para las ahogadas y no quiere comprarse un torno de
mesa - “para cuatro ninfas que utilizo”-, yo le dije que tampoco lo tengo y
que siempre he utilizado un
mandril y la ninfa que más uso, montada con pluma faisán, la construyo con él.
Como no quedó muy convencido hoy he sacado unas cuantas fotografías, cuando
estaba montando una, y las he pasado al blog para que se anime a montar
alguna, porque es más fácil que hacer una saltona.
Anzuelo sin arponcillo |
1.-
Introduzco la bola de tungsteno dorada y revisto el anzuelo con una capa de
hilo (un avellana de brincar las ahogadas) para evitar que los distintos
elemento se muevan, sujetando el alambre de cobre al principio de la curvatura.
2.- Otro tanto realizo con unos ocho filamentos de pluma de faisán (cada vez que efectúo un paso hago un nudo, para poder soltar la mano que sujeta el hilo de montar, puesto que en la otra tengo el mandril)
3.- Lo que sobra de los cercos se enrolla sobre la tija creando el abdomen de la ninfa. Se toma el filamento de cobre y se brinca, dando unas cuantas vueltas al lado de la cabeza de tungsteno para fijarla y aumentar, también, el peso.
4.-
Se toma otro puñadito de fibras de pluma de faisán y se colocan sobre la tija,
según se muestra en la fotografía, para montar el saco alar; en esta ocasión tintadas para dar un
color más oscuro, cortando seguidamente el sobrante.
5.- Se pone el dubbling (yo utilizo camello marrón oscuro mezclado con pelo de liebre) sobre el hilo de montar y se enrolla sobre la tija para hacer el saco alar, cubriéndolo con las plumas de faisán.
6.- Una bufanda naranja
7.- Lista para pescar
No
es una obra maestra, porque se ven algunas que son tan perfectas que debe dar
dolor de barriga tirarlas al río, pero a mí me funciona muy bien en los rápidos
y no tan rápidos del Esla y del Eria.
Haciendo acopio para la temporada |
Así
que ánimo y comienza hacer una y no olvides lo que dice un proverbio hindú: “La más larga
caminata comienza con un paseo” .
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