domingo, 29 de abril de 2012

Ninfa o ahogada

La fuerza de otros años

   Ayer cuando me acerque al río Eria eran las 13,00  horas,  de un día desapacible, nublado  y frío, donde, de vez cuando, alguna de las nubes hacia pequeñas aportaciones de agua a este año tan seco. Comencé a pescar con  tres ninfas colocada después de la boya, siendo la última y más pesada la faisán a la que seguían una montada con el hilo del pardón y otra negra brincada en rojo Burdeos.

En el espino seguía la misma boya

   Como a las 13,30 horas no había cogido ninguna y vi algún pardón, opte por hacer un cambio en la composición de aparejo por aquello que decía Albert Einstein: “ Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Recorté el rastro a unos treinta centímetros con la ninfa faisán  y coloqué por encima de la boya  cuatro moscas ahogadas, dos pardones  y dos violetas ( montada esta última con el Gütermann nº 158, brinca burdeos y pluma en  indio acerado oscuro ) 



   Inmediatamente  comencé a ver resultados, una tras otra fui contando las ocho primeras, memorizando los mosquitos a los que las iba consiguiendo ( cuatro pardón, dos violeta y dos a la ninfa del rastro) oscilando sus medidas desde los 6 a los 21,50 cm. A partir de la octava dejé de llevar la cuenta,  pues sobre las 15,00 horas, con una leve llovizna, y por espacio de unos quince o veinte minutos,  casi cada tirada  me tocaba o prendía alguna en  mi cuerda (no se si lo había comentado pero  denominamos cuerda en León,  al aparejo de moscas ahogadas montadas en unión de una boya,  de las cuales, como norma general, cuatro van por encima de ésta y una, denominada rastro, por debajo )


La más pequeña del día
   Fue una jornada relajante, donde tuve tiempo incluso  para sacar una fotografía y mandarla a mi familia. Creo que hasta las cinco de la tarde, que abandoné mi zona de pesca, desanzuelé unas veinte truchas de las que únicamente daban la medida dos. Siendo sábado, me ha parecido extraño no encontrar a nadie pescando, ¿será que esta crisis se está llevando por delante hasta las ganas de vivir…? En fin,  ya que he nombrado a Einstein recordar que él decía: “ En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”, por tanto,  pongamos en valor ambos y podremos con ella, evitando que nuestro jóvenes, tan bien formados, tengan que abandonar España. Este fin de semana he leído la historia de un matrimonio con dos hijos, cuyo padre, autónomo del sector del transporte, lleva tres años en el paro y manifiesta que habrá entregado, en este tiempo, unos 3000 curriculum vitae;  he pensado en él como en un hombre valiente que se acuesta,  cada día, con la esperanza muerta y se despierta con una nueva esperanza que le permite continuar su búsqueda. Quizás algún día las naciones del sur de Europa, cuando las del norte nos necesiten, seamos capaces de echar una mano, hacer más Europa y ser un poco más tolerantes, al fin y al cabo, ahora,  sólo es cuestión de dinero.  


Ninfa Faisán


La primavera ya se nota



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