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Río Eria caudal de julio en Marzo |
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La primera de la temporada 2012 |
Eran las once y
media de la mañana cuando lance
mis ninfas al río Eria (la localidad me la callo, por aquello de que el que
dice todo lo que sabe dice lo que no conviene, ja, ja) y las 17,30 horas, cuando me fui,
porque el cuerpo no está habituado y por el lado derecho me entró un dolor de
los que quitan la respiración. Durante ese tiempo, y a pesar de ser el primer día, no me ocurrió ningún percance digno de
mención, vamos que no me caí al río, aunque me quedé sin bocadillo porque me entró agua y el pan era una
pasta pegada al chorizo picante de Ezequiel. Me imagino que durante la noche
los corzos o algún jabalí, que abundan en la zona, lo habrán aprovechado.
Encontré mi zona de
pesca desconocida, pues en el kilometro,
aproximadamente que yo pesco, sólo había cinco sitios donde podía lanzar
mis ninfas debido a la escasez de agua. Me encontré con cinco pescadores, no muy dados a la
conversación, sólo con uno de ellos, además del intercambio del saludo de rigor, mencionamos las frases utópicas típicas
de este deporte “ trae poca agua pero para mojar los mosquitos sirve” etc.
En total pesqué
unas doce truchas, cuya medida oscilaba entre los 8 y los 24 centímetros, dando
solamente dos la medida reglamentaria, de ellas, la mayoría me entraron a la
ninfa montada con pluma de faisán y a un perdigón del color del pardón. Me lo pasé muy bien, porque acompañó el día con un sol primaveral propio del mes de junio.
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Con el perdigón pardón |
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Con ninfa faisán |
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