Que no puede ser, que, a determinadas edades, el cuerpo se revela y dice basta, eso es
lo que me pasa hoy lunes, demasiada tralla para un fin de semana.
Las patatas siguen creciendo |
Mi hijo tiene colocada una frase de Henry Cooke, en
su página de la empresa AppLeon que dice: “ El trabajo pesado es por lo general
la acumulación de tareas livianas que no se hicieron a tiempo”. Y es que una
semana sin haber aparecido por la huerta trae consigo las prisas, porque la
pesca tiene sus horas y eso sí que es prioritario, así que no sabía que hacer primero, si
regar, quitar las malas hierbas, trasplantar las lechugas del semillero, en fin,
me di una paliza y conseguí llegar a mi hora al río (12,00H).
Las cebollas a su ritmo |
Noté que el río había bajado bastante de caudal,
por lo que mi aproximación, tras sortear unas salgueras, fue mas cautelosa y allí, a unos 100
metros en la otra orilla, sobre el talud, un corzo se me quedó mirando y yo a
él y así permanecimos observándonos hasta que decidí montar la caña,
momento en el que de dos saltos se
perdió entre los matorrales.
Perdigón oro viejo |
Mi cuerda estaba formada por cuatro moscas ahogadas
por encima de la boya: de ahogada
el rosa chicle, semiahogada violeta, semibailarina sarnosa hembra y bailarina
oro viejo; por abajo dos ninfas, la faisán y un perdigón montado con Güterman
412, brincado con hilo de cobre y bufanda rosa chicle, por supuesto sin arponcillo todos los señuelos, de acuerdo con preceptuado en normativa de la Junta de CyL.
Al rosa chicle |
Cogí unos 12 truchas de las cuales solamente dos
daban la medida, una al perdigón y la otra al rosa chicle. Como en días
anteriores la primera, pequeña, me entró al violeta, que lo quite sobre las
15,00 horas poniendo en su lugar el carne de la Paleta 3277, con el que saqué
únicamente una. Los tres mejores el oro viejo, la sarnosa hembra y el rosa chicle por ese orden. A las
17,00 horas abandoné el río satisfecho de la jornada, pues aún tenía que regar
unas plantas de sandía que había trasplantado la semana pasada, por cierto, me
trajo la semilla mi hermana de Castellón y allí le llaman melonas, el año
pasado probé con algunas plantas y no se dieron mal, espero este año
perfeccionar el cultivo y fotografiar su desarrollo.
Escobas amarillas adornan los márgenes del Eria |
Finalicé el día invitado a una bodega donde, unos
amigos que habían pasado el día de caza en la Cabrera, se reunían para reponer
fuerzas y claro, cuando el ambiente es agradable, la sobremesa se alarga y es
cuanto puedo decir o como decían en el un, dos, tres, hasta aquí puedo leer.
La Valdería se viste de colores |
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