En el art. 72* de la nueva ley nos encontramos una
restricción para la guardería (agentes y auxiliares) y al seguir leyendo el
mismo artículo vemos que se ha creado de una forma subrepticia, sin referenciarlo,
nada más y nada menos que el guarda encubierto, y lo justifican con
una frase sencilla “…. para el
mejor cumplimiento de sus funciones de vigilancia ”. Claro, parafraseando a Gracián he de decir que las normativas han de
hacerse como en testamento, que a menos palabras, menos pleitos.
Vayamos por partes, el agente
encubierto es una figura que encuentra soporte en España en la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y en ella se concreta que únicamente podrá actuar
cuando se trate de organizaciones criminales tipificando también la clase de
delito ( secuestro, prostitución,
contra el patrimonio, tráfico de armas, falsificación de moneda y así hasta
once conductas delictiva). Pero no sólo eso, sino que sus actuaciones están muy
controladas por la fiscalía y el juez instructor, de tal forma que, éste último,
teniendo en cuenta la necesidad a los fines de la investigación, deberá autorizarlo mediante resolución
motivada.
He aquí que la Junta de Castilla y León considera que una
infracción administrativa que regula y sanciona la Ley 9/2013, de 3 de
diciembre, de Pesca de Castilla y León, debe perseguirse e investigarse como si el que la infringiese estuviese
encuadrado en una organización criminal con penas de cárcel incluidas. Claro
que me dirán ¡hombre!, no se trata de infiltrarse en organizaciones sólo de
ponerlo a pescar en una determinada zona.
Creo que debemos exigir que nuestro políticos pasen unos exámenes
médicos antes de cada legislatura. Por cierto a los auxiliares, que ni siquiera
son agentes de la autoridad, también los incluyen. Claro, un acierto, así no se les
puede imputar un delito contra la administración pública del titulo XIX del
Código Penal, que agrava las penas.
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¡Cuidado!, puede ser un guarda encubierto |
Pongamos un ejemplo ficticio pero no imposible :
La Administración tiene
constancia que en el pie de la presa que hay en el coto de Gradefes hay una gran concentración de truchas y
también sabe que algunos pescadores “listos”, aprovechando que a los agentes se les detecta desde lejos,
incumplen la normativa de respetar los 15 metros de prohibición desde el pie de
la presa y, así, aprovechando la indefensión de las
truchas completan rápidamente el cupo de capturas.